Tras flotar a la deriva sobre una estructura de plumavit por cerca de cinco horas, el pescador artesanal de iniciales R.A.R. fue rescatado del agua por el sargento segundo Álvaro Medina, patrón de la lancha de servicios regulares (LSR) Curaumilla de la Capitanía de Puerto de Quemchi, con evidentes signos de hipotermia. “A las 14:45 horas (del lunes) recibí un llamado desesperado de la sobrina de esta persona”, comenzó relatando el funcionario naval, sumando que la familiar le “indica que recibió el llamado de su tío, que se estaba embarcando a un bote y por sentir un fuerte dolor en el pecho no se pudo embarcar y cae encima del plumavit. Acto seguido se encontraba a la deriva y la llamó al celular nuevamente porque el viento y la corriente se lo estaba llevando al golfo (de Ancud)”, relató el funcionario. Tras la comunicación, la fuente informó que acudió inmediatamente al lugar donde probablemente haya sido arrastrado el pescador, quien además no sabe nadar. “Zarpé a las 15:00 horas con dirección a (isla) Aulín y de ahí llegando al golfo comencé a pedir ayuda por reglamentación para que alguna embarcación me ayude en la búsqueda de esta persona, recibiendo la respuesta de tres embarcaciones; sin embargo, no se podía ver nada por el oleaje, era como buscar una tabla de surf”. La situación se volvía preocupante conforme pasaban los minutos debido a las fuertes corrientes que podían llevar a la vulnerable estructura hacia el mar más abierto. “De ser así, iba a ser mucho más difícil encontrarlo”, comentó el rescatista, a lo que sumó: “Por suerte, esta persona volvió a comunicarse con su sobrina y así luego pudo comunicarse conmigo, y desde que lo tuve al teléfono le pedí que no me cortara, que siguiera conmigo hasta que el teléfono no diera más”. De esta manera, R.A.R. al divisar a la lancha le va dando indicaciones a la patrullera hacia su dirección. “Todo iba bien hasta que la llamada se cortó”, indicó el sargento. “Anduvimos unos mil metros hasta que divisé algo y afortunadamente era él, pensó que se iba a morir, estaba muy agradecido. Yo creo que si no hubiera sido porque me llama al celular, no sé si lo hubiera encontrado”, recalcó. La improvisada balsa fue encontrada a la altura de la isla Cheniao o Cheñiao, en el sector del canal Cheniao-golfo de Ancud, esto es a unas 4 millas marítimas de Aulín. Luego de verificarse el estado de shock y los signos de hipotermia, se solicitó a la lancha ambulancia Practicante Mella, una embarcación rápida, para que asista al paciente y pueda llevarlo a la unidad de atención de salud más cercano, que en este caso fue el Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) de Mechuque, otra isla quemchina, donde fue atendido inmediatamente. Isabel Jaramillo, tens del consultorio, indicó que el hombre de más de 40 años fue ingresado con signos de hipotermia, quedándose en el lugar un par de horas hasta lograr su estabilización. “El paciente fue atendido por la doctora Camila Hanewald que se encontraba de turno en ese momento”, manifestó. Sumó la funcionaria que “el tratamiento de hipotermia incluye la aplicación de suero tibio, hay que retirar la ropa mojada y arroparlo nuevamente, hubo que conseguirle ropa y eso, sumado a la calefacción en el lugar donde se le está atendiendo, contribuyó a estabilizar al paciente para ser derivado posteriormente a otro recinto donde se le pueda practicar más exámenes”. Fuente: SoyChile Chiloe
Tras flotar a la deriva sobre una estructura de plumavit por cerca de cinco horas, el pescador artesanal de iniciales R.A.R. fue rescatado del agua por el sargento segundo Álvaro Medina, patrón de la lancha de servicios regulares (LSR) Curaumilla de la Capitanía de Puerto de Quemchi, con evidentes signos de hipotermia. “A las 14:45 horas (del lunes) recibí un llamado desesperado de la sobrina de esta persona”, comenzó relatando el funcionario naval, sumando que la familiar le “indica que recibió el llamado de su tío, que se estaba embarcando a un bote y por sentir un fuerte dolor en el pecho no se pudo embarcar y cae encima del plumavit. Acto seguido se encontraba a la deriva y la llamó al celular nuevamente porque el viento y la corriente se lo estaba llevando al golfo (de Ancud)”, relató el funcionario. Tras la comunicación, la fuente informó que acudió inmediatamente al lugar donde probablemente haya sido arrastrado el pescador, quien además no sabe nadar. “Zarpé a las 15:00 horas con dirección a (isla) Aulín y de ahí llegando al golfo comencé a pedir ayuda por reglamentación para que alguna embarcación me ayude en la búsqueda de esta persona, recibiendo la respuesta de tres embarcaciones; sin embargo, no se podía ver nada por el oleaje, era como buscar una tabla de surf”. La situación se volvía preocupante conforme pasaban los minutos debido a las fuertes corrientes que podían llevar a la vulnerable estructura hacia el mar más abierto. “De ser así, iba a ser mucho más difícil encontrarlo”, comentó el rescatista, a lo que sumó: “Por suerte, esta persona volvió a comunicarse con su sobrina y así luego pudo comunicarse conmigo, y desde que lo tuve al teléfono le pedí que no me cortara, que siguiera conmigo hasta que el teléfono no diera más”. De esta manera, R.A.R. al divisar a la lancha le va dando indicaciones a la patrullera hacia su dirección. “Todo iba bien hasta que la llamada se cortó”, indicó el sargento. “Anduvimos unos mil metros hasta que divisé algo y afortunadamente era él, pensó que se iba a morir, estaba muy agradecido. Yo creo que si no hubiera sido porque me llama al celular, no sé si lo hubiera encontrado”, recalcó. La improvisada balsa fue encontrada a la altura de la isla Cheniao o Cheñiao, en el sector del canal Cheniao-golfo de Ancud, esto es a unas 4 millas marítimas de Aulín. Luego de verificarse el estado de shock y los signos de hipotermia, se solicitó a la lancha ambulancia Practicante Mella, una embarcación rápida, para que asista al paciente y pueda llevarlo a la unidad de atención de salud más cercano, que en este caso fue el Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) de Mechuque, otra isla quemchina, donde fue atendido inmediatamente. Isabel Jaramillo, tens del consultorio, indicó que el hombre de más de 40 años fue ingresado con signos de hipotermia, quedándose en el lugar un par de horas hasta lograr su estabilización. “El paciente fue atendido por la doctora Camila Hanewald que se encontraba de turno en ese momento”, manifestó. Sumó la funcionaria que “el tratamiento de hipotermia incluye la aplicación de suero tibio, hay que retirar la ropa mojada y arroparlo nuevamente, hubo que conseguirle ropa y eso, sumado a la calefacción en el lugar donde se le está atendiendo, contribuyó a estabilizar al paciente para ser derivado posteriormente a otro recinto donde se le pueda practicar más exámenes”. Fuente: SoyChile Chiloe