Doce yuntas de bueyes fueron necesarias para tirar la lancha velera Zusana en Quemchi, actividad que reunió a público de distintas comunas chilotas, durante el traslado de la embarcación desde el sector Puerto Fernández hasta el mar, reviviendo antiguas tradiciones insulares como la minga y la carpintería de ribera. Tras cinco años de trabajo de su propio dueño, Luis Alberto Cárdenas, la embarcación que cuenta con 10 metros de eslora, posee entre sus características autonomía para 20 días y nació como un homenaje a la madre del vecino, llamada Zusana. Entre las 14:00 y 18:00 horas del sábado último se extendió la tiradura, con animales que llegaron desde distintos sectores, llevados por sus dueños de forma gratuita, para formar parte de esta verdadera minga. “Estuve trabajando como cinco años en mis ratos libres. Solo en clavos gasté dos millones, en motor gasté 7 millones, en vela 10 millones (de pesos), es cototo. La madera no la cuento porque tengo aserradero, soy de la mueblería Cárdenas, entonces hacemos todo: lo que es herraje, la madera, todo”, afirmó el isleño, asegurando que desde que tenía 14 años ha estado vinculado a la fabricación de embarcaciones. Además, expuso que por ahora la idea no es dedicar la velera al turismo y será para uso familiar, ya que aún debe contar con los equipos de navegación que le permita contar con autorización de la autoridad marítima para realizar viajes largos. “Yo iba a botar la lancha piolita, como hacemos en nuestras pegas, pero por el tema cultural la muni nos dijo que hiciéramos algo. Desde Dalcahue a Chaquihual llegaron las yuntas de bueyes y todo el traslado previo que fue hecho con maquinaria pesada; nadie cobró nada, fue una minga total”, relató el quemchino conocido como Beto. Junto con ello, relató que “el nombre de la velera es Zusana con zeta, porque la persona del Registro Civil de ese entonces se equivocó de letra, por eso la primera letra tiene zeta y es la anciana la que inspiró todo, porque nosotros nacimos en frente en Quinterquén; entonces la madre nos traía a Quemchi remando porque no había botes a motor; entonces, nacimos prácticamente arriba de los botes”. La actividad que se realizó durante gran parte de la jornada sabatina contó con presentaciones de conjuntos folclóricos, además de desfile de yuntas de bueyes y el bautizo de la nave. Catalina Castillo, coordinadora del área de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Quemchi, sostuvo que “para nosotros es una actividad muy importante por lo que significa en cuanto a memoria, a herencia de los navegantes chilotes, al modo de vida de este archipiélago y también porque la construcción de ribera está; lamentablemente, cada vez más son menos los que la realizan”. Valoró que “existan todavía personas que construyan este tipo de embarcaciones que fueron fundamentales en toda la historia de Chiloé, el medio de transporte, de abastecimiento era precisamente las veleras chilotas, sorteando las complejidades sin tener un motor”. La nave cuenta con siete camarotes, cocina, baño, comedor y la sala de máquinas. Fuente: SoyChile Chiloe
Doce yuntas de bueyes fueron necesarias para tirar la lancha velera Zusana en Quemchi, actividad que reunió a público de distintas comunas chilotas, durante el traslado de la embarcación desde el sector Puerto Fernández hasta el mar, reviviendo antiguas tradiciones insulares como la minga y la carpintería de ribera. Tras cinco años de trabajo de su propio dueño, Luis Alberto Cárdenas, la embarcación que cuenta con 10 metros de eslora, posee entre sus características autonomía para 20 días y nació como un homenaje a la madre del vecino, llamada Zusana. Entre las 14:00 y 18:00 horas del sábado último se extendió la tiradura, con animales que llegaron desde distintos sectores, llevados por sus dueños de forma gratuita, para formar parte de esta verdadera minga. “Estuve trabajando como cinco años en mis ratos libres. Solo en clavos gasté dos millones, en motor gasté 7 millones, en vela 10 millones (de pesos), es cototo. La madera no la cuento porque tengo aserradero, soy de la mueblería Cárdenas, entonces hacemos todo: lo que es herraje, la madera, todo”, afirmó el isleño, asegurando que desde que tenía 14 años ha estado vinculado a la fabricación de embarcaciones. Además, expuso que por ahora la idea no es dedicar la velera al turismo y será para uso familiar, ya que aún debe contar con los equipos de navegación que le permita contar con autorización de la autoridad marítima para realizar viajes largos. “Yo iba a botar la lancha piolita, como hacemos en nuestras pegas, pero por el tema cultural la muni nos dijo que hiciéramos algo. Desde Dalcahue a Chaquihual llegaron las yuntas de bueyes y todo el traslado previo que fue hecho con maquinaria pesada; nadie cobró nada, fue una minga total”, relató el quemchino conocido como Beto. Junto con ello, relató que “el nombre de la velera es Zusana con zeta, porque la persona del Registro Civil de ese entonces se equivocó de letra, por eso la primera letra tiene zeta y es la anciana la que inspiró todo, porque nosotros nacimos en frente en Quinterquén; entonces la madre nos traía a Quemchi remando porque no había botes a motor; entonces, nacimos prácticamente arriba de los botes”. La actividad que se realizó durante gran parte de la jornada sabatina contó con presentaciones de conjuntos folclóricos, además de desfile de yuntas de bueyes y el bautizo de la nave. Catalina Castillo, coordinadora del área de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Quemchi, sostuvo que “para nosotros es una actividad muy importante por lo que significa en cuanto a memoria, a herencia de los navegantes chilotes, al modo de vida de este archipiélago y también porque la construcción de ribera está; lamentablemente, cada vez más son menos los que la realizan”. Valoró que “existan todavía personas que construyan este tipo de embarcaciones que fueron fundamentales en toda la historia de Chiloé, el medio de transporte, de abastecimiento era precisamente las veleras chilotas, sorteando las complejidades sin tener un motor”. La nave cuenta con siete camarotes, cocina, baño, comedor y la sala de máquinas. Fuente: SoyChile Chiloe